Home Actress María Gabriela de Faría HD Photos and Wallpapers January 2024 María Gabriela de Faría Instagram - Dios me ama. Es una frase que repito bastante. No se cuando empecé a decirla. Cada vez que me hago consciente de alguna bendición, una “casualidad” feliz, reconozco de donde viene y lo digo en voz alta: “Dios me ama”. Y se lo digo a mis amigos, también, cuando reconozco sus “casualidades felices”. Crecí en colegio católico y en el proceso, en la dogma, en la culpa, en el humano metiendo su mano, “perdí” a Dios. Me parecía poco inteligente la Fe. Poco científico todo. Me parecía débil necesitar a algo más grande que yo para sobrevivir. Ahora mismo me parece todo lo contrario. Eventualmente necesité a Dios. Lo busqué en un montón de lugares donde no lo encontré. Lugares espiritualmente “cool”. No quería decirle Dios, “universo” me parecía más elevado 😅. Así que hice el esfuerzo consciente de volverme a adueñar de la palabra y quitarle el tabú autoimpuesto. Y resulta que aunque yo “perdiera” a Dios, Dios no me perdió a mi. El nunca pierde a nadie y nadie nunca está perdido del todo. Dios me ama y te ama. Y el pana es super cool. Y te lo digo y me lo digo, porque soy humano y se me olvida. Contar las bendiciones, las “Diosidencias” como dice Sindy (@soypandoracr ), decirlas en voz alta, ha sido la herramienta más efectiva para verlo en todos lados. Y una vez lo ves, como dicen por ahí, no puedes dejar de verlo. 📸 de @elomat1 a quien le repetí la frase un millón de veces en los últimos 20 días ❤️ Madrid, Spain

María Gabriela de Faría Instagram – Dios me ama. Es una frase que repito bastante. No se cuando empecé a decirla. Cada vez que me hago consciente de alguna bendición, una “casualidad” feliz, reconozco de donde viene y lo digo en voz alta: “Dios me ama”. Y se lo digo a mis amigos, también, cuando reconozco sus “casualidades felices”. Crecí en colegio católico y en el proceso, en la dogma, en la culpa, en el humano metiendo su mano, “perdí” a Dios. Me parecía poco inteligente la Fe. Poco científico todo. Me parecía débil necesitar a algo más grande que yo para sobrevivir. Ahora mismo me parece todo lo contrario. Eventualmente necesité a Dios. Lo busqué en un montón de lugares donde no lo encontré. Lugares espiritualmente “cool”. No quería decirle Dios, “universo” me parecía más elevado 😅. Así que hice el esfuerzo consciente de volverme a adueñar de la palabra y quitarle el tabú autoimpuesto. Y resulta que aunque yo “perdiera” a Dios, Dios no me perdió a mi. El nunca pierde a nadie y nadie nunca está perdido del todo. Dios me ama y te ama. Y el pana es super cool. Y te lo digo y me lo digo, porque soy humano y se me olvida. Contar las bendiciones, las “Diosidencias” como dice Sindy (@soypandoracr ), decirlas en voz alta, ha sido la herramienta más efectiva para verlo en todos lados. Y una vez lo ves, como dicen por ahí, no puedes dejar de verlo. 📸 de @elomat1 a quien le repetí la frase un millón de veces en los últimos 20 días ❤️ Madrid, Spain

María Gabriela de Faría Instagram - Dios me ama. Es una frase que repito bastante. No se cuando empecé a decirla. Cada vez que me hago consciente de alguna bendición, una “casualidad” feliz, reconozco de donde viene y lo digo en voz alta: “Dios me ama”. Y se lo digo a mis amigos, también, cuando reconozco sus “casualidades felices”. Crecí en colegio católico y en el proceso, en la dogma, en la culpa, en el humano metiendo su mano, “perdí” a Dios. Me parecía poco inteligente la Fe. Poco científico todo. Me parecía débil necesitar a algo más grande que yo para sobrevivir. Ahora mismo me parece todo lo contrario. Eventualmente necesité a Dios. Lo busqué en un montón de lugares donde no lo encontré. Lugares espiritualmente “cool”. No quería decirle Dios, “universo” me parecía más elevado 😅. Así que hice el esfuerzo consciente de volverme a adueñar de la palabra y quitarle el tabú autoimpuesto. Y resulta que aunque yo “perdiera” a Dios, Dios no me perdió a mi. El nunca pierde a nadie y nadie nunca está perdido del todo. Dios me ama y te ama. Y el pana es super cool. Y te lo digo y me lo digo, porque soy humano y se me olvida. Contar las bendiciones, las “Diosidencias” como dice Sindy (@soypandoracr ), decirlas en voz alta, ha sido la herramienta más efectiva para verlo en todos lados. Y una vez lo ves, como dicen por ahí, no puedes dejar de verlo. 📸 de @elomat1 a quien le repetí la frase un millón de veces en los últimos 20 días ❤️ Madrid, Spain

María Gabriela de Faría Instagram – Dios me ama.
Es una frase que repito bastante.
No se cuando empecé a decirla.
Cada vez que me hago consciente de alguna bendición, una “casualidad” feliz, reconozco de donde viene y lo digo en voz alta:
“Dios me ama”.
Y se lo digo a mis amigos, también, cuando reconozco sus “casualidades felices”.

Crecí en colegio católico y en el proceso, en la dogma, en la culpa, en el humano metiendo su mano, “perdí” a Dios.
Me parecía poco inteligente la Fe.
Poco científico todo.
Me parecía débil necesitar a algo más grande que yo para sobrevivir.
Ahora mismo me parece todo lo contrario.

Eventualmente necesité a Dios.
Lo busqué en un montón de lugares donde no lo encontré.
Lugares espiritualmente “cool”.
No quería decirle Dios, “universo” me parecía más elevado 😅.
Así que hice el esfuerzo consciente de volverme a adueñar de la palabra y quitarle el tabú autoimpuesto.

Y resulta que aunque yo “perdiera” a Dios, Dios no me perdió a mi.
El nunca pierde a nadie y nadie nunca está perdido del todo.

Dios me ama y te ama.
Y el pana es super cool.
Y te lo digo y me lo digo, porque soy humano y se me olvida.

Contar las bendiciones, las “Diosidencias” como dice Sindy (@soypandoracr ), decirlas en voz alta, ha sido la herramienta más efectiva para verlo en todos lados.
Y una vez lo ves, como dicen por ahí, no puedes dejar de verlo.

📸 de @elomat1 a quien le repetí la frase un millón de veces en los últimos 20 días ❤️ Madrid, Spain | Posted on 11/Jan/2024 06:44:36

María Gabriela de Faría Instagram – Eloísa es mi hermana.
Emprendimos esta hermandad por decisión propia. 
Decidimos jugar a las mejores amigas de adultas, cuando uno ya no tiene tiempo ni espacio para esas cosas.
Nos conocimos rotas, de diferentes maneras, y nos hemos ido juntando los pedazos a través de los años. 
Hemos sido veganas, carnívoras, yoguis, cristianas, exitosas, perdedoras, generosas, tiranas…
Juntas. 

Me ha recibido por 20 días en su hogar en Madrid para Navidad. 
Pensamos que sería una experiencia y terminó siendo otra.
Su hijo que está al borde de la adolescencia me ha tomado la mano para cruzar la calle, me ha prestado sus colores, le ha dicho: “que bueno que Gaby está aquí”.
Y yo pensaba: “que bueno que ustedes están aquí, siempre.”

Viven a más de nueve mil kilómetros de distancia y eso me dio miedo al principio.
No confiaba en nuestro vínculo, ¿quizá?.
Le tengo pánico a la lejanía, a la soledad, a que se enfríen las cosas.
Pero he pasado 20 días en su casa y puedo confirmar que nuestra historia recién empieza.
Que la amistad se transforma con nosotras, y me atrevo, de a poco, a mirar sin miedo al futuro que nos espera.

Me entusiasma su camino, sus próximos pasos, porque me inspira y empodera su terquedad de no conformarse con lo conocido.
De cagarse de miedo pero hacer lo que sabe que tiene que hacer.
De mirar lo que yo no me atrevo a mirar.

En 20 días regresó a mi vida los vegetales y la literatura y me demostró que ser testigo de las partes más crudas de alguien que amo con todo mi corazón es un privilegio que puedo sostener sin quebrarme.

Nos amo.
Mucho.
Y esta es una carta de amor a todas las amistades tercas que superan el paso del tiempo y las distancias mortales. 
A las mujeres valientes que vinieron antes.
A nuestras madres.
A Susana y a Gabriela.
Por traernos hasta aquí. 
A Elo y a Gaby, por decidir quererse todos los días de la vida hasta que seamos las viejitas más cool y fashion de la historia del planeta.
Porque antes muertas que sencillas. 

👯‍♀️🧞‍♀️👸🏻💄🚀🪄🦄 Madrid, Spain
María Gabriela de Faría Instagram – Veo estas fotos y me conmuevo.
Vale, que soy de fácil llanto, lo sé, no me engaño.

Pero voy volando de Múnich a Los Angeles después de pasar 20 días en Madrid y ver estas fotos me confirma lo que he escrito antes, que Dios me ama.
Dios me ama porque me hizo enamorarme de mi esposo cuando recién acababa de cumplir veinte años.
Dios me ama porque el también se enamoró de mi.
Pero hoy confirmo que Dios realmente me ama cuando me siento parte de esta familia, de su familia, de mi familia. 

Los McGaffney.
Multiculturales, aventureros, complejos, divertidos, inteligentes, generosos, y con un sentido del humor que tomó tiempo pero que he asumido como propio y es de mis cosas favoritas.
Me aman y los amo.
Me cuidan y los cuido.
Estar con ellos es fácil, ¿con nosotros?
Claro que somos nosotros.

Porque respetarnos, protegernos y querernos es una decisión que hemos tomado todos los días. Es el ejemplo que me han dado y que he tenido el privilegio de llevar a la práctica a través de esta última década.

Este viaje fue una maravilla.
Dios me regaló el amor de cerca de mi segunda suegra (¡tengo dos!) y un amuleto con su bendición que llevo en el pecho para mi próxima aventura. 
Me regaló disfrutar a mi suegro como nunca. Verlo y ver a mi esposo. Verlo y disfrutar cada segundo con ese señor fantástico que toda la ciudad ama. 
Me regaló disfrutar a mi cuñada y a mis sobrinas que están mas grandes que yo. Mujeres hermosas y valientes. 
Me regaló @lacuchararestaurante , Ivanhova, Yiyi, Ivan, Mafe, Ivanha, Martina… 

Si el avión se queda sin gasolina ahora mismo, estoy convencida de que puedo llevar a esta ballena voladora que nos transporta en su panza, hasta los Angeles, con facilidad.
A punta de puro amor. 
✈️❤️🇪🇸

Gracias totales. Madrid, Spain

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